lunes, 18 de noviembre de 2013
domingo, 17 de noviembre de 2013
sin miedo a los brujos
A Federico le habían prometido un monopatín como regalo de cumpleaños. Y pensaba hacer una exhibición que dejara al mundo entero boquiabierto. Iba a ser un cumpleaños fantástico, se decía. Nunca hubiera imaginado que precisamente ese día iba a convertirse en un conejo rosa.
Todo sucedió de la manera más tonta. Y porque ninguno de sus amigos estaba haciéndole caso. Ése fue el motivo; que no le dejaron contar el chiste del loro ni decir una sola palabra de lo del patín.
Todo sucedió de la manera más tonta. Y porque ninguno de sus amigos estaba haciéndole caso. Ése fue el motivo; que no le dejaron contar el chiste del loro ni decir una sola palabra de lo del patín.
miércoles, 13 de noviembre de 2013
Eratóstenes
Eratóstenes (griego antiguo Ἐρατοσθένης, Eratosthénēs) (Cirene, 276 a. C.1 – Alejandría, 194 a. C.) fue unmatemático, astrónomo y geógrafo griego, de origencirenaico.
Eratóstenes era hijo de Aglaos. Estudió en Alejandría y durante algún tiempo en Atenas. Fue discípulo de Aristón de Quíos, de Lisanias de Cirene y del poeta Calímaco y también gran amigo de Arquímedes. En el año 236 a. C.,Ptolomeo III le llamó para que se hiciera cargo de laBiblioteca de Alejandría, puesto que ocupó hasta el fin de sus días.
¿ que me a enseñado eratoctenes?
me a enseñado la criteria de eratostenes
viernes, 8 de noviembre de 2013
jueves, 7 de noviembre de 2013
pitagoras
Pitágoras de Samos (en griego antiguo Πυθαγόρας) (ca. 580 a. C. – ca. 495 a. C.) fue un filósofo y matemático griego considerado el primer matemático puro. Contribuyó de manera significativa en el avance de la matemática helénica, la geometría y la aritmética, derivadas particularmente de las relaciones numéricas, y aplicadas por ejemplo a la teoría de pesos y medidas, a la teoría de la música o a la astronomía. Es el fundador de la Hermandad Pitagórica, una sociedad que, si bien era de naturaleza predominantemente religiosa, se interesaba también en medicina, cosmología, filosofía, ética y política, entre otras disciplinas. El pitagorismo formuló principios que influyeron tanto en Platón como en Aristóteles y, de manera más general, en el posterior desarrollo de la matemática y en la filosofía racional en Occidente.
No se conserva ningún escrito original de Pitágoras. Sus discípulos -los pitagóricos- invariablemente justificaban sus doctrinas citando la autoridad del maestro de forma indiscriminada, por lo que resulta difícil distinguir entre los hallazgos de Pitágoras y los de sus seguidores. Se le atribuye a Pitágoras la teoría de la significación funcional de los números en el mundo objetivo y en la música; otros descubrimientos, como la inconmensurabilidad del lado y la diagonal del cuadrado o el teorema de Pitágoras para los triángulos rectángulos, fueron probablemente desarrollados por la escuela pitagórica
matematicas
La «ciencia matemática» practicada por Pitágoras y los matematikoi difiere del tratamiento de esta ciencia que se lleva a cabo en universidades o instituciones modernas. Los pitagóricos no estaban interesados en «formular o resolver problemas matemáticos», ni existían para ellos «problemas abiertos» en el sentido tradicional del término. El interés de Pitágoras era el de «los principios» de la matemática, «el concepto de número», «el concepto de triángulo» (u otras figuras geométricas) y la idea abstracta de «prueba». Como señala Brumbaugh,20 "Es difícil para nosotros hoy en día, acostumbrados como estamos a la abstracción pura de las matemáticas y el acto mental de la generalización, el apreciar la originalidad de la contribución pitagórica."
Pitágoras reconocía en los números propiedades tales como «personalidad», «masculinos y femeninos», «perfectos o imperfectos», «bellos y feos».20 El número diez era especialmente valorado, por ser la suma de los primeros cuatro enteros [1 + 2 + 3 + 4 = 10], los cuales se pueden disponer en forma de triángulo perfecto: la «tetraktys». Para los pitagóricos, «las cosas son números»,8y observaban esta relación en el cosmos, la astronomía o la música.
miércoles, 6 de noviembre de 2013
lunes, 4 de noviembre de 2013
gustavo adolfo becquer
Gustava Adolfo Claudia Domínguez Bastido (Sevilla, 17 de
febrero de 1836 – Madrid, 22 de diciembre de 1870), más conocido como Gustavo
Adolfo Bécquer, fue un poeta y narrador español, perteneciente al movimiento
del Romanticismo. Por ser un romántico tardío, ha sido asociado igualmente con
el movimiento posromántico. Aunque en vida ya alcanzó cierta fama, solo después
de su muerte y tras la publicación del conjunto de sus escritos alcanzó el
prestigio que hoy se le reconoce. Fue bautizado en la parroquia de San Lorenzo
Mártir. Sus antepasados directos, empezando por su mismo padre, José Domínguez
Bécquer, fueron pintores de costumbres andaluzas, y tanto Gustavo Adolfo como
su hermano Valeriano estuvieron muy dotados para el dibujo. Valeriano, de
hecho, se inclinó por la pintura. Sin embargo el padre murió el 26 de enero de
1841, cuando contaba el poeta cuatro años y esa vocación pictórica perdió el
principal de sus apoyos. En 1846, con diez años, Gustavo Adolfo ingresó en el
Colegio de San Telmo de Sevilla (institución mixta que acogía también huérfanos
de cierto nivel)1 2 , donde recibe clases de un discípulo del gran poeta
Alberto Lista, Francisco Rodríguez Zapata, y conoce a su gran amigo y compañero
de desvelos literarios Narciso Campillo. Al año siguiente, el 27 de febrero de
1847, los hermanos Bécquer quedaron huérfanos también de madre, y fueron
adoptados entonces por su tía materna, María Bastida, y Juan de Vargas, que se
hizo cargo de sus siete sobrinos, aunque Valeriano y Gustavo se adoptaron desde
entonces cada uno al otro, y de hecho más tarde emprendieron muchos trabajos y
viajes juntos.
Suprimido por Isabel II en 1847 el Colegio de San Telmo (que
en 1849 pasaría a ser palacio de los duques de Montpensier), Gustavo Adolfo
quedó desorientado. Fue entonces a vivir con su madrina, Manuela Monnehay
Moreno, joven de origen francés y acomodada comerciante, cuyos medios y
sensibilidad literaria le permitían disponer de una mediana pero selecta
biblioteca poética. En esta biblioteca empezó Gustavo Adolfo a aficionarse a la
lectura. Inició entonces estudios de pintura en los talleres de Antonio Cabral
Bejarano, y más tarde en el de su tío paterno Joaquín Domínguez Bécquer, que le
pronosticó «Tú no serás nunca un buen pintor, sino un mal literato», aunque le
estimuló a los estudios y le pagó los de latín. Tras ciertos escarceos
literarios (escribe en El trono y la nobleza de Madrid y en las revistas
sevillanas La Aurora y El Porvenir), en 1854 marchó a Madrid con el deseo de
triunfar en la literatura. Sufrió una gran decepción y sobrevivió en la bohemia
de esos años. Para ganar algún dinero el poeta escribe, en colaboración con sus
amigos (Julio Nombela y Luis García Luna), y bajo el seudónimo de Gustavo
García, comedias y zarzuelas como La novia y el pantalón (1856), en la que
satiriza el ambiente burgués y antiartístico que le rodea, o La venta
encantada, basada en Don Quijote de la Mancha. Ese año fue con su hermano a
Toledo, un lugar de amor y de peregrinación para él, a fin de inspirarse para
su futuro libro Historia de los templos de España. Le interesan por entonces el
Byron de las Hebrew Melodies o el Heine del Intermezzo a través de la
traducción que Eulogio Florentino Sanz realiza en 1857 en la revista El Museo
Universal.
Cuando escribe Bécquer está en pleno auge el Realismo,
cuando otros autores adscritos a esta tendencia (Campoamor, Tamayo y Baus,
Echegaray) se reparten el favor del público. La poesía triunfante está hecha a
medida de la sociedad burguesa que consolidará la Restauración, y es prosaica,
pomposa y falsamente trascendente. Pero una notable porción de líricos se
resistió a sumarse a esa corriente, y además hallaban vacía y retórica la
poesía de la lírica esproncediana, la del apogeo romántico, que aún encontraban
cultivada con gusto general en autores como José Zorrilla. El Romanticismo que
les atrae ya no es el de origen francés o inglés, sino alemán, especialmente el
de Heine, al que leen en traducción francesa —en especial la de Gérard de
Nerval— o española —de Eulogio Florentino Sanz, amigo de Bécquer—. Estos
autores forman el ambiente prebecqueriano: Augusto Ferrán, Ángel María
Dacarrete y José María Larrea. Todos estos poetas buscaban un lirismo
intimista, sencillo de forma y parco de ornamento, refrenado en lo sensorial
para que mejor trasluzca el sentir profundo del poeta. Es una lírica no
declamatoria, sino para decir al oído.
Las Rimas de Bécquer iban a ser costeadas y prologadas por
su amigo, el ministro de la Unión Liberal de O'Donnell, Luis González Bravo,
pero el ejemplar se perdió en los disturbios revolucionarios de 1868. Algunas
sin embargo habían aparecido ya en los periódicos de entonces entre 1859 y
1871: El Contemporáneo, El Museo Universal, La Ilustración de Madrid y otros.
El poeta, con esta ayuda, con la de su memoria y la de sus amigos reconstruyó
el manuscrito, que tituló Libro de los gorriones y se conserva en la Biblioteca
Nacional de Madrid. Más tarde lo editarán sus amigos con un prólogo de
Rodríguez Correa en dos volúmenes con el título de Rimas y junto a sus Leyendas
en prosa, en 1871, para ayudar a la viuda y sus hijos. En sucesivas ediciones
se amplió la selección. A partir de la quinta la obra consta ya de tres
volúmenes. Iglesias Figueroa recogió en tres tomos Páginas desconocidas
(Madrid: Renacimiento, 1923), con otra porción sustancial del corpus becqueriano.
Gamallo Fierros editó además en cuatro volúmenes sus Páginas abandonadas. Jesús
Rubio ha editado dos álbumes de Julia Espín con textos y dibujos de Gustavo
dedicados a su musa, a la que no olvidaría nunca. Se trata de ochenta y cuatro
composiciones breves, de dos, tres o cuatro estrofas, muy raramente más, por lo
general asonantadas con metros muy variados, de acuerdo con la poesía romántica
domingo, 3 de noviembre de 2013
14 de febrero el dia de san valentin
Pepín, un pequeño koala, y su padre se han instalado en un barrio nuevo. A Pepín no le admiten en el colegio, así que decide hacer de amo de casa, hasta que aparecen sus peores enemigos. Con humor e imaginación, conseguirá que lo que parecía un enredo sin solución tenga un feliz final.
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